Sunday, February 4, 2024

Spanish 25-30



Berjik y Karine 


 25. Confianza En Uno Mismo

 La confianza en uno mismo significa confiar en nuestras capacidades. Es un sentimiento saludable y productivo. La confianza en uno mismo conduce a la paz interior.

     Hay muchas cosas en la vida que queremos aprender pero no podemos hacerlo todo. Necesitamos centrarnos en lo esencial y mejorar los conocimientos que ya tenemos. Podemos progresar financiera y emocionalmente ampliando nuestro conocimiento de habilidades para la vida.

     Primero, podemos preguntar “¿qué es la vida?” La segunda pregunta puede ser: "¿Qué quiero de la vida?" La respuesta a la primera pregunta es que la vida es un hermoso viaje. Es un camino con varias curvas. Nacemos en un hermoso día y morimos dejando buenos y malos recuerdos. Este es el sistema natural y no podemos cambiarlo. Necesitamos aceptarlo.

     Para la segunda pregunta necesitamos disfrutar el viaje. Necesitamos tener conciencia de nosotros mismos para disfrutar de nuestras bendiciones y tener una vida plena. Podemos transferir esta paz interior a nuestros hijos.

     La vida no es tan difícil como pensamos. Especialmente en este siglo tenemos muchas comodidades y posibilidades. Si tenemos objetivos claros podremos alcanzarlos. Debemos tener cuidado de no repetir los errores de nuestros antepasados. No hay necesidad de estar motivado por la codicia. Cada trabajo tiene su propio valor.

     Aunque seamos trabajadores debemos hacerlo con alegría. Podemos mejorar nuestras habilidades y ser un experto en nuestro campo. Al satisfacer nuestros talentos internos podemos beneficiarnos financiera y emocionalmente.

     La felicidad no está en ser médico, abogado o ingeniero. La felicidad está en la autoconciencia y en aprovechar nuestros talentos internos. Cumplir estos deseos nos dará energía emocional. Espero que todos podamos ver el mundo con nuestro ojo interior. Mediante la autoconciencia nos convertimos en personas seguras y felices.

 3 de enero de 1988

26. Prisas Versus Paciencia

      La prisa y la paciencia son dos sentimientos opuestos con los que nos enfrentamos a diario. Empiezcon la siguiente cita: “La prisa es obra del diablo, y la paciencia es obra de los ángeles”.

     En la mayoría de las religiones, los demonios son el símbolo del mal comportamiento y los ángeles son el símbolo de la bondad. En psicología se les conoce como fuerzas negativas y positivas.

     La mitad de nuestra energía proviene de nuestras emociones y la otra mitad del ser físico. Estos dos tipos de energía son complementarios y hacen girar la rueda de nuestras vidas.

     Tener prisa  es diferente a actuar rápido. Hacer un trabajo de forma rápida y eficiente se debe a la positividad. La prisa se debe a la negatividad y la inquietud.

     Las emociones que provienen de nuestros Canales Positivos son todas saludables, energizantes y productivas. Podemos realizar nuestras tareas y quehaceres diarios con confianza, satisfacción, estando alertas  y produciendo calidad. Podemos sentirnos satisfechos y exitosos.

   Las emociones que provienen de los Canales Negativos son destructivas. Sus seguidores están inquietos, cansados e insatisfechos con la vida. No conocen la raíz del problema. La función del Canal Negativo es destruir. Estas personas han aprendido la negatividad debido a sus circunstancias. No saben cómo salir de su tristeza y negatividad. Están descontentos con su situación.

    Las personas negativas necesitan aprender a salir de sus situaciones. Su negatividad es contagiosa y afecta a personas vulnerables. Eso crea un ambiente y sociedad negativos.

   La salida de esta trampa de negatividad es la autoconciencia y la autoayuda. La paciencia y el conocimiento de las emociones positivas pueden ayudarnos a alcanzar nuestros objetivos con éxito.

   Espero que nuestros ángeles internos ganen. Viviremos libres del dolor que se debe a la falta de conocimiento.

10 de enero de 1988

27. Dormir

Dormir es una sensación natural y agradable. Hay dos tipos de sueño; el sueño natural y saludable, y el de escape.

     El sueño de escape es el que elegimos cuando queremos huir de afrontar la vida. Nos sentimos cansados e inquietos después de despertarnos. La cama se convierte en nuestro refugio. No queremos enfrentar nuestras ansiedades, inquietudes y enojos. Pasamos horas en la cama perdiendo tiempo y energía en lugar de afrontar nuestros problemas.

     A lo largo de los siglos hemos mejorado nuestras vidas. Tenemos más comodidad gracias a la mejor tecnología, pero no tenemos paz ni felicidad. Hasta el día en que conozcamos verdaderamente nuestro mundo interior y seamos capaces de cambiar los malos hábitos no podremos ser felices.

     Antes de que se inventaran la electricidad y la iluminación, la gente se iba a dormir después del anochecer. Se nos ocurrió la idea de dormir ocho horas. Pero en el mundo actual necesitamos más tiempo para ocuparnos de las cosas. Nos sentimos  culpables por dormir y pensamos que estamos perdiendo el tiempo.

     Al mismo tiempo queremos dormir lo suficiente y luchamos entre hacer mucho o descansar. Esta lucha y contradicción interna provoca ansiedad e insomnio.

Necesitamos aceptar que es mejor tener un sueño reparador que ocho horas de sueño. Lo importante no es la duración del sueño, sino la calidad.

  Cambiar los malos hábitos y desarrollar nuestros talentos internos puede traer paz interior. Necesitamos vivir en el presente. Podemos recordar los buenos recuerdos y tener una perspectiva positiva. Entonces podremos liberarnos de la fatiga. 

17 de enero de 1988

28. Soledad

Nacemos solos y morimos solos. Morimos solos pero no podemos vivir solos. Es durante nuestras interacciones sociales, cooperación, colaboraciones y amistades que nos sentimos felices.

     “Cuando estamos con la gente, nos sentimos vivos”, es la cita con la que quiero comenzar hoy. La vida familiar es la base de la sociedad. La sociedad está formada por familias. Las familias están formadas por individuos. Cada individuo es valioso. Necesitamos autoestima, confianza en nosotros  mismos y tranquilidad. Podemos transferir nuestra paz a nuestros hijos mediante nuestro buen comportamiento y amabilidad. Poco a poco podremos  tener una sociedad sana.

     En nuestra cultura hemos aprendido a complacer a los demás. Honramos a nuestros huéspedes con una maravillosa hospitalidad, pero no somos tan amables con nuestros familiares ni con nosotros mismos. “Ilumina la calle y oscurece la casa”, es un dicho famoso al respecto.

     Necesitamos usar palabras positivas y dejar de lado el lenguaje negativo. Al apreciar las pequeñas cosas de la vida desarrollamos un sentido de gratitud. Tomamos conciencia de nuestros sentimientos de miedo, preocupación, tristeza y felicidad. Podemos aprender a utilizar cada sentimiento de manera positiva en diferentes situaciones. Podemos convertirnos en personas sofisticadas. Tendremos el conocimiento de cómo hablar, cómo desempeñarnos en el trabajo y cómo socializar y ser una persona productiva.

    Al utilizar nuestras fortalezas y talentos internos podemos ocupar bien nuestro tiempo y no sentirnos vacíos. Entonces no tendremos miedo a la soledad. Podemos distinguir entre soledad y estar solo. Estaremos en paz con ello.

24 de enero de 1988

29. El Lenguaje Es La Clave

 La autoayuda necesita escuchar y hablar. La mitad de nuestro ser se compone de emociones y mundo interior. Nuestros pensamientos se basan en el lenguaje. Para tener paz interior necesitamos aprender a hablar amablemente con un tono de voz agradable.

    Cambiar de entonación y proyectar sonrisas en nuestra voz puede ayudarnos a ser positivos y relajados. El lenguaje es la llave de nuestro corazón. Podemos aprender a utilizar esta clave. Al utilizar estas técnicas contribuimos a nuestra propia paz mental. Podemos alejarnos de la ansiedad y la inquietud cambiando nuestro uso de las palabras.

     Cada vez que nos enojamos con nuestros amigos, o cortamos nuestra relación sin decir nada o nos volvemos agresivos y usamos lenguaje negativo, el resultado es negativo. Puede que nos quedemos callados para evitar conflictos, pero aun así nos sentimos heridos. No nos ocupamos de la situación y cargamos con el dolor, que luego se transforma en heridas profundas.

     Cuando mostramos enojo permitimos que el Canal Negativo tenga el control. Podemos convertirnos en una persona nerviosa que la gente evita. No sabemos por qué hemos perdido nuestras amistades.

     La forma saludable de abordar el conflicto es analizarlo. ¿Cuál fue el problema? ¿Quién fue la persona que causó el dolor? Necesitamos autorreflexión. ¿Causé el conflicto? Si no creamos el conflicto, entonces debemos hablar con esa persona de manera educada. De esta forma podemos prevenir heridas más profundas. Podemos practicar el diálogo interno usando palabras bonitas cada vez que pensamos.

 31 de enero de 1988

30. Ira

La semana pasada hablé sobre el manejo de conflictos y cómo hablar con las personas cuando nos sentimos heridos por su comportamiento. Analizamos el problema, vemos quién lo causó y lo tratamos con educación. *

     Hay ocasiones en las que no manejamos el conflicto de forma asertiva. Reaccionar con ira es negativo y destructivo. Más tarde sentimos remordimiento por comportarnos con ira. Es como un estanque en calma que se agita cuando alguien arroja en él una piedra. El residuo sale a la superficie y necesita tiempo para asentarse. Durante el proceso de autoconciencia nos ocupamos de reavivar viejos dolores y sacarlos a la superficie. Es saludable hacer eso.

     Es difícil cambiar viejos hábitos. Sólo necesitamos practicar y comprometernos con el cambio. Recuerda: "Un día lluvioso en verano no es señal de invierno". No te rindas cuando te sientas frustrado.

Necesitamos continuar el proceso de autoconocimiento y autoayuda para convertirnos en mejores personas. Si todo el mundo intenta esto, podríamos tener una sociedad mejor. Podemos ser conscientes del dolor pero no permitir que nos controle. Podemos sentirnos en control, centrarnos en lo positivo y disfrutar la vida plenamente. Transferiremos nuestra actitud positiva a nuestros hijos, la generación futura. 

7 de febrero de 1988

 * Análisis del Dolor se traduce en Gestión de Conflictos.

 

 

 

 

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