Photo by Karine Armen, Jermuk, Armenia
11. Comunicación
Nosotros los humanos tenemos el privilegio de hablar para expresar nuestros pensamientos y emociones. Los animales no tienen este don. Tienen sentimientos, pero no pueden hablar. La capacidad de hablar y escuchar es una gran bendición que muchas personas dan por sentado.
Nacemos con muchos talentos que permanecen sin explotar y sin ser
estimulados. Los niños escuchan durante un rato antes de poder hablar. Utilizan
el vocabulario que escuchan en casa y en su entorno. Por lo tanto, debemos ser
buenos modelos en seguir y utilizar el pensamiento positivo. La forma en
que hablamos se transfiere a nuestros hijos y a la próxima generación.
Necesitamos aprender a ser buenos oyentes, a ser pacientes y a hablar en el
momento oportuno.
Necesitamos dejar que los niños hablen y expresen sus pensamientos. En
muchas culturas, la gente no permite que los niños expresen sus opiniones sobre
diferentes temas. "Aún eres demasiado joven para hablar sobre este tema”
se les dice cuando hacen preguntas por curiosidad. Los niños se confunden
acerca de cuándo y cómo hacer preguntas. Aprenden a reprimir su curiosidad y a
no hablar en absoluto. Posteriormente, de adultos, sienten ansiedad al hablar
en público y a expresar sus opiniones.
Para nuestra paz interior es fundamental aprender a hablar en forma positiva y a ser un buen oyente
19 de septiembre de 1987
12. Elección de Palabras
La elección de palabras y el uso del vocabulario en nuestra vida diaria pueden afectar la salud mental.
Ciertas palabras pueden hacernos pasar de un estado de ánimo feliz a un
estado de tristeza.
Una de las palabras que destruyen el estado de ánimo es
"difícil". Decimos: "Mi trabajo es difícil" o "La vida
es muy difícil". Usamos estas palabras no con conciencia sino por
costumbre. Saber cómo la elección de palabras puede afectarnos puede ayudarnos
a tener el control y cambiar nuestra actitud hacia el trabajo y la vida.
Los niños aprenden actitudes negativas y repiten nuestras frases así
como la forma en la que hablamos. Crecen con pesimismo y evitan las
dificultades.
Consideremos las tareas diarias de manera diferente y disfrutemos de los beneficios de vivir en un hogar limpio y con ropa limpia. En lugar de quejarnos de los problemas de la paternidad, podemos disfrutar de nuestros hijos y su infancia. Cuando cambiamos nuestra actitud hacia las dificultades y los problemas de la vida, podemos ser buenos modelos a seguir para los niños. Crecerán con optimismo.
26 de septiembre de 1987
13. “No tengo ganas”
“No tengo ganas” es una expresión típica que utilizamos en nuestras vidas. A veces, damos energía negativa a las personas con las que tratamos diciendo: "Oh, tienes energía para eso" o "No tengo energía para ese tipo de cosas". Matamos su emoción y entusiasmo.
Utilizar este tipo de expresiones es habitual, y muchos de nosotros no
somos conscientes de su efecto en nuestro bienestar físico y mental. De
repente, nos damos cuenta de que tenemos menos energía.
Necesitamos entusiasmo por nuestras tareas y quehaceres diarios para
continuar la vida felices.
Veamos la razón por la que usamos estas expresiones negativas. En el
pasado, la gente era muy supersticiosa y creía en el karma y en el mal de
ojo. Si siempre tuvieramos éxito, encontraríamos mal karma. Muchos de
nosotros todavía somos víctimas de estas supersticiones y siempre nos vemos
tristes y enojados.
Alguien tiene que cambiar esto. Necesitamos ser modelos positivos
y compartir nuestros momentos felices y logros. Si todos nos centramos en
compartir nuestra felicidad, tendremos una sociedad mejor y más saludable.
Liberándonos de la superstición y la negatividad, obtendremos más
energía. Recuerda, no podemos comprar energía, necesitamos crearla.
En lugar de decir: "No tengo
ganas", podemos decir: "No estoy listo ahora" o "No tengo
tiempo ahora". Entonces, podremos planificar nuestro tiempo y ser más
organizados en lugar de depender de nuestro estado de ánimo para terminar
proyectos y trabajar.
Seamos conscientes de nuestra elección de palabras. Creemos un lenguaje
positivo para nosotros y las generaciones futuras.
3 de octubre de 1987
14. Gratitud
Tener un sentido de gratitud y aprecio por nuestras bendiciones es uno de nuestros sentimientos saludables.
A pesar de tener salud, belleza y buenas familias, muchos de nosotros
nos sentimos insatisfechos con nuestra vida. Nuestros amigos o vecinos tienen
vidas más felices. No somos capaces de apreciar todas las bendiciones que ya
tenemos. Es un hábito no sentirse satisfecho. Es un comportamiento aprendido
que se puede cambiar. Nuestras emociones están conectadas entre sí como una
cadena.
Aquí hay una técnica que podemos usar para sentirnos agradecidos por
nuestras bendiciones. Tan pronto como sientas insatisfacción y frustración,
anota los factores positivos de tu vida en un diario o en un artículo. Anota
las partes buenas y malas y compáralas.
De esta manera, verás todas las cosas buenas e increíbles de tu vida que
quizás habías dado por sentado o habías olvidado. Este ejercicio
te llamará la atención.
Entonces tendrás energía y podrás afrontar las
dificultades con una sensación de control y entusiasmo.
Podrías decir: "¿Quién tiene tiempo para todas estas
actividades?" pero recuerda, al dedicar unos minutos a sacar a relucir lo
positivo, puedes ahorrar mucho tiempo que desperdiciarías en pensamientos
negativos y sentimientos de agotamiento.
10 de octubre de 1987
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